Centauros: Seres antiguos que poseen cuerpo de caballo y tronco humaniode. Sus rasgos humanos son duros, toscos, de abundante pelo, tanto en machos como en hembras. Pese a que pueden comunicarse como las cuatros especies y que poseen un intelecto relativamente desarrollado, su comportamiento es más parecido al del caballo. Soportan poco a las hembras díscolas, por lo que se llevan mal con las elfas y las amazonas.
Hidras: Mitad serpiente mitad anfibio, son seres alargados y gruesos, de hasta tres metros de largo, que pueden moverse tanto por el agua dulce como por el suelo seco. Habitan en las zonas húmedas y pantanosas, y son muy territoriales como los Basiliscos, por lo que resultan muy peligrosas. Las hay en gran número en la isla de Hidria.
Basiliscos: Reptiles serpentinos de gran tamaño, con hasta cuatro metros de largo, que poseen un veneno muy tóxico y una mirada letal. Habitan en todo el Continente Norte aunque son escasos y esquivos, prefiriendo el subsuelo, aunque pueden ser muy agresivos si se sienten amenazados o molestados.
Femorianos: Pueblo viejo. Son los primeros habitantes de la tierra y son gigantes de al menos tres metros de altura. Generalmente son solitarios y se mantienen fuera de las peleas entre los demás pueblos, aunque pueden encolerizarse si se les molesta, pues no aceptan bien que se les insulte o se les persiga. Tienen un gran sentimiento de compañerismo, y se enemistan con cualquiera que ataque a uno de los suyos, sea por la causa que sea. Por ello motivo están en contra de algunos miembros de la Alianza y se muestran amigables con Maelvania, franqueándoles el paso del Estrecho del Abismo.
Volgas: Seres incorpóreos, compuestos en esencia por un fuego azul y frío, aunque pueden calentarse y provocar incendios. Aunque no suelen ser malvados por naturaleza, son traviesos y disfrutan haciéndose pasar por antorchas para perder a la gente en las noches oscuras. Tampoco ellos serán tan neutrales como debería serlo su especie...
Wendigos: Humanos que se han convertido en seres antropófagos, perdida toda humanidad, debido a la mordida venenosa de un chupasangre (ver avances de El Poder del Mago). Viven en tribus en los bosques y devoran a los viajeros desprevenidos; muchos de ellos eran antiguos habitantes de Arsilon, que lucharon contra la Alianza Negra.
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